los inicios
Soy Iolanda Azorín, mamá de tres hijos, y fundadora de Lolaletost. Esta aventura comenzó en 2019 en Barcelona, pero su verdadera semilla nació mucho antes, en casa, en esos desayunos compartidos con mis hijos. Entre tostadas, risas y descubrimientos, me di cuenta de que quería crear algo especial para ellos. Algo útil, bonito y lleno de sentido. Como madre, siempre quise ofrecerles lo mejor, y de ese deseo profundo nació nuestro primer producto: mordedores ecológicos con forma de tostadas saludables, hechos 100% de caucho natural.
No fue solo una idea divertida. Fue una forma de acompañarlos en la dentición, pero también de introducir, desde pequeños, la importancia de una alimentación sana y consciente, a través del juego y el tacto. Porque a veces, las cosas más grandes empiezan en los pequeños momentos cotidianos.
¡una mamá como tú!
Cada diseño que creamos en Lolaletost nace de momentos reales: la primera vez que prueban una fruta nueva, cuando exploran sabores, cuando eligen sus ingredientes para preparar la cena... Mis hijos han sido mi mayor fuente de inspiración. Verles crecer, descubrir el mundo con curiosidad y alegría, me motivó a crear productos que les acompañen en ese camino, que les ayuden a calmar sus molestias, pero también a disfrutar, a explorar, a aprender.
Sabemos que la etapa de dentición no siempre es fácil. Pero también sabemos que con amor, imaginación y un poco de diseño consciente, podemos hacer que ese proceso sea más amable, más llevadero y más divertido, tanto para ellos como para ti.
¡Con la comida sí se juega!
Lolaletost no es solo una marca. Es un reflejo de mi forma de vivir la maternidad: cercana, creativa, natural. Es el deseo de compartir con otras familias lo que yo también buscaba como madre: productos seguros, sostenibles, y sobre todo, creados con amor verdadero. Cuando haces algo pensando en tus propios hijos, no puede ser de otra forma.
Gracias por dejarnos ser parte de vuestros momentos. Estamos aquí para acompañar el crecimiento de tus peques, desde sus primeros dientes, hasta sus primeros bocados de independencia.